lunes, 1 de agosto de 2011

Capitulo 6: Tiempo Parte 1

Nuevo Cap...Enjoy (: 

Capitulo 6: Tiempo Parte 1

“Bella”… Era en lo único que podía pensar. Siempre que estaba sin hacer nada o sin sueño como en estos momentos mi mente viajaba hacia aquella hermosa castaña que tenía mi corazón.

Dejarla fue lo más difícil que me toco hacer en toda mi corta vida. Verla llorando, desarmándose por completo y sabiéndome el culpable de esa tristeza me hacia odiarme. Más no me podía quedar, tal vez si ella hubiera luchado por sus sueños ahora estaríamos los dos juntos, estudiando en el mismo continente y país sin necesidad de esta distancia, pero prefirió complacer a su padre y estudiar una carrera que ni siquiera le gustaba.

Le jure regresar por ella y lo haría, cumpliría con mi palabra y solo esperaba que ella cumplirá la suya. Recordar los momentos de intimidad que tuvimos me hacía querer tomar el primer vuelo de regreso a Forks para volver a estar con ella.

Había estado con muchas mujeres antes, o más bien niñitas que lo único que buscaban era calentar la cama del mujeriego Edward Cullen, lo confieso comencé con mi vida sexual a los 15 y no me enorgullezco, antes lo hacía, me pavoneaba hablando de ello, mas ahora no. Me daba vergüenza no saberme tan puro como mi Isabella. Ella se había guardado para alguien especial y de eso si me enorgullecía, saberme especial para recibir tan hermoso regalo… su virginidad.

Recordar como mis labios y mis manos, recorrían su suave piel, piel jamás tocada por nadie que no fuera yo de esa manera tan íntima, me ponía verdaderamente duro. Recordar sus gemidos que eran la más suave melodía jamás tocada por ningún músico, así fuera el mejor. Su cuerpo entero, hermoso como solo ella podía serlo, contraerse de placer, placer proporcionado por mí. La manera tan suya de entregarse a mí, de confiar en mí, de dejarse llevar y disfrutar de lo que mi cuerpo le ofrecía, eran recuerdos hermosos que jamás podría borrar de mi memoria.  

Recuerdo que al verla por primera vez pensé que ella podía ser mi nuevo “juguete” a como estaba acostumbrado en Alaska, pero basto solo un poco hablar con ella, para darme cuenta de que mi Bella, no solo tenía belleza, sino que era inteligente. No me costó mucho el conquistarla, siendo amiga de Alice, de quien recibí un poco de ayuda siempre coincidíamos “por casualidad” y de ahí se fue formando ese lazo de amistad que enseguida paso a ser atracción y después amor. Un amor enorme que ni con la distancia disminuía ni lo haría, al menos por mi parte y esperaba que el sentimiento fuera mutuo. Yo sabía que Bella podía encontrar a alguien mejor que yo, porque ¡Demonios!, claro que los había. Pero mi lado demasiado egoísta que impedía dejarla ir con alguien que le convenía mucho mas. La amaba, estaba completamente amarrado de su dedo meñique y esperaba que nunca me soltara.

El primer mes fue durísimo estar tan lejos, todos
los días la extrañaba y no podía concentrarme en mis clases. Aun así me esforcé mucho. Tantísimas veces que no tengo la cuenta tuve que amarrarme las manos para no mandarle aunque sea un mensaje o llamar a casa para preguntar por ella.

Estaba por cumplir 2 meses de mi estadía en Londres y había llamado a mamá.

-Casa de la familia Cullen – contesto una de las muchachas.

-Con la Sra. Cullen, por favor.

-¿Quién la busca? – pregunto.

-Edward – fue lo único que dije para que la escuchara como comenzaba a llamar a mi madre a gritos avisando de mi llamada.

-¿Edward? – pregunto mamá y podía escuchar la emoción en su voz.

-Hola mamá – le conteste sonriendo y quitándome el auricular del oído al escuchar su grito de júbilo.

-Mal hijo, tienes casi dos meses allá y no te puedes tomar un poco de tiempo para hablar con tu madre.

-Lo siento – me disculpe – pero he estado estudiando muchísimo mamá. ¿Cómo están? – pregunte haciéndome el tonto para ver si me decía algo de Isabella sin que preguntara.

-Carlise y yo muy bien, extrañándote muchísimo hijo, no debiste irte tan lejos – dijo tristemente.

-Yo también los extraño mamá. Y sabes que este siempre fue mi sueño desde pequeño. – Siempre quise ser un gran medico como papá. Siempre que llegaba de trabajar corría hacia el esperando una nueva historia de cómo mi súper héroe había salvado una vida.

-Lo se, solo… duele verlos crecer, Emmet también se fue ya con Rosalie y tu prima Alice también junto con Jasper- hizo una pausa como dudando de lo que diría. – Hijo… Bella no está bien – eso me alarmo – No quiso despedirse de ninguno de sus amigos cuando fueron a su casa, me dijo Alice que Renee les dijo que Bella se sentía mal y no podía recibirlos, no es nada físico, solo a lo que me dijo es algún tipo de depresión…Renee dice que se le pasara o eso le dijo el doctor, pero aun así me preocupa… - termino mamá de contarme. Ahora me arrepentía haber preguntado por Bella, me sentía tan mal de dejarla y que ella estuviera así.

-Lo ce, mamá. Yo también me siento triste pero…

-Lo ce, no puedes regresar y ella también lo entiende Edward, solo creo que debes llamarla que sepa de ti y… - la corte.

-No mamá, Bella y yo quedamos en un acuerdo el cual voy a respetar, fue su decisión no saber de mi hasta que volviera para quedarme siempre junto a ella y lo cumpliré.- aunque me cueste muchísimo… pensé para mí mismo.

-De acuerdo, pero Edward… yo solo espero que no sea demasiado tarde hijo – yo también lo esperaba, pero confiaba en Bella y sabía que su promesa era tan fiel como la mía y que cumpliría con lo que me prometió.

-Bueno mamá, tengo que irme, me estoy desvelando y eso no lo debo hacer. Si ves a Bella dile que la amo por favor.

-Se lo diré mi niño, descansa y llámame pronto ¿Sí? – me pidió.

-Lo hare. Los quiero saluda a Carlise de mi parte – y colgué.

-Hey Edward, ¿Qué haces despierto? – pregunto Mark.

-No podía dormir y decidí llamar a casa – le respondí. – Lamento si te desperté – me disculpe.

-No te preocupes, descansa. – me deseo acomodándose de nuevo para dormir.

No le conteste ya que tenía el sueño tan pesado que en cuanto ponía la cabeza en la almohada nada lo despertaba, ni siquiera Andrew cuando llegaba totalmente borracho y tirando mil cosas por el pasillo.
Mark era uno de mis compañeros de cuarto. Era agradable e igual de estudioso que yo. Por lo que sabía no tenia novia ya que solo se quería dedicar a estudiar por ahora. Vivía en Vancouver, Canadá y al igual que yo estaba becado pero él no contaba con demasiados recursos, así que lo que para mí era solo un gusto por demostrar mantenerme yo solo y ser autosuficiente, para él era una necesidad. Teníamos otro compañero, Andrew, el no tenia novia, pero si tenía amigas con derecho, era muy buen estudiante, pero las noches para el eran “sagradas” y se la pasaba de fiesta en fiesta. Siempre nos invitaba pero a ninguno nos gustaba andar en esos lugares que el frecuentaba, además que ya sabíamos que nos quería para presentarnos amigas y sus tipos de “amigas” no eran de nuestros gustos, bueno, al menos no de los míos.  

Esa platica con mamá me había dejado pensando muchas cosas y con unas ganas enormes de tirar todo por la borda y regresar junto a mi Isabella. Debería estar sufriendo tanto como yo por nuestra separación, porque aunque yo no estaba en depresión como mamá me lo había dicho que estaba ella, yo también sufría el separarnos, los estudios me distraían y me ayudaban a no pensar de vez en cuando, pero en cuanto tenía un tiempo libre mi mente volvía a ella.

Le había prometido regresar y lo haría, pero lo haría siendo un gran profesionista, un gran médico que le pudiera dar todo lo que se merecía por mis propios medios, porque aunque tenia de herencia una fortuna, quería también poder formar la propia para dejarles a mis hijos las oportunidades que yo también tengo.

Mis hijos… pensar en esas personitas que aun ni siquiera estaban formándose me hacia sonreír como idiota. Imaginar a mi Bella embarazada, con un vientre redondo como pelotita, con nuestros hijos dentro de él, formándose y ella cuidando de ellos con un inmenso amor que sabia les tendría, me daba una inmensa alegría. Nunca me habían gustado los niños en particular, pero pensar en unos propios, míos y de Isabella cambiaba totalmente mi forma de pensar.

Con ese pensamiento de quede dormido y con una sonrisa de idiota en la cara.

Estaba parado junto al marco de una puerta observando la imagen más hermosa que había visto en mi vida…
Bella sentada en una silla mecedora al lado de la ventana de una habitación que era claramente de un bebé por cómo estaba decorada, con su hermoso vientre redondeado acariciándolo con ternura y cantándole una canción de cuna… Bella estaba embarazada.

De repente su expresión cambio por algo como de dolor y me asuste, me acerque hasta ella para saber qué era lo que había pasado y en ese momento su rostro cambio por uno de absoluta felicidad y gruesas lagrimas caían por sus mejilla, mientras seguía acariciando su vientre.

Cuando se dio cuenta de mi presencia, sin mediar palabra tomo mi mano y la puso suavemente sobre su vientre y ahí lo sentí… mi hijo se estaba moviendo. Levante mi vista hacia Bella que aun seguía llorando de felicidad y sin voz me dedico un “te amo” solo moviendo sus labios, gesto el cual regrese del mismo modo.

Me agache hasta estar a la altura de su vientre y plante un beso ahí donde estaba el movimiento de nuestro bebé y le dije suavemente:

-Te amamos.

Desperté al escuchar un sonido bastante molesto y repetitivo y me di cuenta de que era mi despertador regresándome de mi más maravilloso sueño. Esa fue la primera noche con soñé con Bella embarazada…
Tres meses había pasado desde que decidí dejar Forks y perseguir mi sueño, no había vuelto llamar a casa desde que lo hice hace un mes, había tomado la costumbre de solo enviarle mails a Carlise para hacerles saber a él y a mi madre que estaba bien.

Todo un mes estuve soñando con mi Bella embarazada, tal vez solo era el deseo de poder formar algún día una familia con ella. Después de ese mes los sueños desaparecieron y nunca más volví a ver en sueños esa hermosa imagen.

De ella… de ella no sabía nada, Carlise no hablaba de ella en los mails que me mandaba y yo tampoco preguntaba. Tal vez ella misma les había pedido que no me dijeran nada y yo lo entendía.

Ya llevaba más del año y mis estudios iban de lo mejor. Había pasado casi todas mis materias que había tomado con honores y eso me ponía muy orgulloso de mí mismo. Había dejado de vivir con Mark y Andrew y me había mudado a un apartamento cerca de la universidad que aunque no era lujoso era muy espacioso y me encantaba. Con el trabajo que había conseguido en la universidad como auxiliar en la biblioteca o en alguna de las cafeterías con las que contaba, ganaba algo de dinero y tomando un poco o bueno de acuerdo, un mucho de la fortuna que tenía en el banco pude comprarme un departamento para mí solo y decorarlo. Había decidido invertir en ello por el simple hecho de poder vivir solo.  

No es que me molestara vivir con otras personas, bueno de Mark no tenía ninguna queja, pero definitivamente Andrew era otra cuestión. Había estado tomándose la libertad los últimos meses que viví con ellos, de llevar a algunas “amigas” al departamento y armar fiestas cosa que a mí verdaderamente me desagradaba. Aun eran mis amigos, nos veíamos en la universidad y a veces comíamos juntos. Andrew como siempre me invitaba a que fuera a una fiesta con él y Mark ahora ya se había unido a Andrew y entre los dos me rogaban porque me uniera al club de los solteros.

Es por eso que aquí estaba, saliendo de la ducha para alistarme e ir a uno de los clubs más sofisticados y ultra secretos V.I.P como los llamaba Andrew, y también ahora Mark. Acepte salir con ellos solo para demostrarles como me aburrían esos lugares y que así me dejaran por fin en paz.

Estaba tratando de domar a mi cabello cuando tocaron el timbre de mi puerta.

-Ya voy – grite. Estos sí que eran puntuales aun faltaba media hora para que llegaran.

Al abrir la puerta ahí estaban los dos impecablemente vestidos con traje.

-Vámonos Edward, se nos hará tarde – decía apresurado Mark. ¿Desde cuándo a él le importaba llegar temprano para tomar hasta perder el sentido?

-Hey, aun falta media hora que se suponía pasarían por mí.

-Entre más temprano lleguemos agarraremos a los mejores coños, así que deja de estar de amargado y vámonos.

-Ya había quedado con ustedes que si los acompaño es solamente para que se den cuenta de que odio esos lugares y me dejen en paz ¿Ok? – les advertí completamente serio y con la clara amenaza de que no les fuera ocurrir la idea de que yo metiera a una mujer en mi cama.

-Si, si, muy de acuerdo sacerdote, ahora apresúrate. – se burlo Andrew y se encamino hacia la puerto – Los espero en el coche.

-Vamos amigo, diviértete solo una noche Edward, estudiamos mucho, nos merecemos un descanso de vez en cuando ¿no crees? – me dijo Mark.

-Si, lo ce, pero bien podríamos hacerlo en otros lugares, pero bueno, vamos antes de que Andrew suba por nosotros. – dije resignándome a acompañarlos.

Salimos de mi apartamento y Andrew ya nos esperaba en su coche con una cara de mierda que no podía con ella.

Condujo sin dirigirnos la palabra, sabía bien que estaba enojado y la verdad es que no me importaba. Llegamos a un lugar del cual no vi el nombre y tampoco me importaba, el valet parking se llevo nuestro coche y con solo unas cortas palabras de Andrew al gorila de la puerta, se nos permitió el paso, dejando atrás la enorme fila que nos gritaba bastantes palabras altisonantes.

Definitivamente esto no me gustaba, las chicas y los chicos además de bailar muy sensualmente entre ellos y hasta parecer estar a punto de tener sexo en ese mismo instante, estaban demasiado tomados y creo que algunos hasta estaban drogados. Una chica rubia que llevaba un vestido demasiado corto que estaba seguro que si se agachaba un poco más nos enseñaría sus nalgas, así como un escote bastante pronunciado y que no había necesidad de agacharse para que se le vieran los senos, se le acerco a Andrew quien sin ningún pudor le dio un beso monumental en la boca.

-Lauren cariño, la mejor mesa, por favor – le dije según él con su mejor tono de conquista cuando termino de comerse a la rubia.

-Claro amor, - le contesto la chica demasiado melosa – la reserve para ti y tus amigos – nos dirigió una mirada cargada de coquetería que solo Mark le correspondió – Lauren – dijo extendiendo su mano hacia mí.

-Edward – dije serio y mostrándole que no estaba interesado en ella.

-Mmm, que serio – dijo y se dio vuelta dirigiéndonos a la mesa moviendo sus caderas tanto, que pensé se quebraría en algún momento. – Diviértanse, cualquier cosa que necesiten, no duden en pedírmela – dijo con doble intención aun mirando hacia mí, para luego voltear hacia Andrew y guiñarle un ojo a lo que este correspondió dándole una nalgada en cuanto se dio la vuelta. ¿Que acaso esta mujer no tenia dignidad?

-Bueno ahora si a disfrutar la noche mis queridos amigos y no te amargues Edward, Lauren es lo mejor que hay y al parecer está dispuesta a todo contigo, es guapa, una maquina sexual, no te pide que te cases con ella, créeme amigo no te arrepientes – dijo moviendo las cejas sugestivamente de arriba abajo.

-Cállate Andrew, créeme que si aun sigo aquí metido es solo para comprobarte cuanto me aburre esto, voy a la barra – dije levantándome y tratando de alejarme de sus comentarios perversos.

Pedí un whisky y mientras me lo servían observe bien el lugar en el que me encontraba, para nada se parecía a los clubs que visitábamos nuestros amigos y Bella, a los que solíamos ir eran más tranquilos, claro que había alcohol y no dudaba que drogas pero solo quien quería ingerirlos lo hacía, pero aquí aparte de todo eso, parecía ser un club estilo Las Vegas. Todos parecían querer follar en ese mismo instante.

-Eres nuevo – escuche una voz detrás de mi asegurar.

-¿Perdón? – pregunte y voltee hacia la persona dueña de la voz. Era una mujer, alta, morena, guapa no se podía negar, y no parecía tan descarada como Lauren.

-Digo que eres nuevo aquí, tu cara de desconcierto lo dice todo. Soy Leah – dijo extendiendo su mano y la tome dándole un apretón.

-Edward – dije simplemente.

-No estas cómodo aquí, no entiendo porque aun sigues en este lugar, si te vas Andrew no lo notara, un porro mas y estará muy entusiasmado con Lauren en el cuarto de servicio – dijo divertida y mirando hacia mi amigo quien estaba tocando descaradamente las piernas de Lauren que ya estaba de regreso en la mesa. Me extraño no ver a Mark y estaba a punto de preguntarle a esta mujer que parecía saberlo todo cuando me contesto – Mark debe estar por ahí con Monique, es su preferida, no te preocupes por él, ella está limpia, en cambio Lauren quien sabe…

-¿Tu como sabes tanto? ¿Cómo sabes que vengo con ellos? – le pregunte.

-Te vi llegar, y luego Lauren nos aviso que había llegado Andrew con un nuevo amigo que estaba buenísimo y bueno, claro que lo estas – dijo sorprendiéndome con sus palabras – Y bueno es todo en este club porque trabajo aquí, al igual que Lauren, - voltee hacia ella quien ahora que me fijaba también tenía un vestido corto pero a ella no se le veía tan vulgar como a Lauren – No soy tan zorra como ella, ni me acuesto con los clientes, las dos somos “animadoras” de aquí, pero ella sí que hace todo lo contrario a mí. Por eso gana mucho más en propinas la muy perra, pero no estoy dispuesta a rebajarme a tal grado – yo estaba muy confundido esta mujer estaba contándome su vida sin conocer nada de mí, solo mi nombre.

-Oh veo – fue lo único que pronuncie como idiota.- Bueno Leah fue un placer, tomare tu palabra y me iré, si pregunta tu amigo Andrew por mi le dices que me retire, hasta luego.

-Nos vemos Edward, yo le doy tu recado a “tus” amigos – dijo remarcando el tus y se dio la vuelta perdiéndose en la multitud. Ni siquiera tome el trago que el barman me había servido así que simplemente deje el dinero suficiente para pagarlo en la barra y salí de ahí. Tomaría un taxi ya que no traía coche.

Llegue a casa y después de darme una ducha para quitarme el apestoso olor a marihuana, cigarros y alcohol que traía y estaba seguro se me había impregnado en el club, me acosté y como ya me era costumbre tome mi celular para poner la foto que le había tomado a Bella la primera noche que estuvimos juntos, la primera noche que le hice el amor. Bella dormía tan profundamente que no evite admirarla y tomarle una foto a su pacifico y hermoso rostro.
.
.
.

Un año, un año sin saber de ella era demasiado, pero tenía que aguantar, mi amor por ella no había menguado ni lo haría. Diario me preguntaba que estaría haciendo, con quien, si estaba igual de hermosa o ahora lo estaba más. Si me recordaba como yo a ella…

-Ay mi amor, cuento los días para volver a estar a tu lado – dije admirando su foto y tocando su rostro en la pantalla de mi móvil – Voy a cumplir mi promesa Bella, lo hare porque te amo…

Quien me viera diría que estaba loco, hablándole a una fotografía y por si fuera poco dándole un beso al rostro de mi Bella en la pantalla, más no me importaba, porque estaba loco, pero de amor y por ella…
.
.
.
Dos años…

-¿Edward? – La escuche llamarme desde la sala de estar - ¿Dónde estás? – la escuche preguntar.

-Aquí – asome la cabeza por la puerta del estudio y ella en cuanto me vio sonrió como una niña pequeña emocionada.

-¡Edward! – exclamo corriendo a abrazarme y casi hace que pierda el equilibrio y que caigamos juntos al suelo.

-Tranquila Lee, y ¿ese entusiasmo? – le pregunte sonriendo y abrazándola ya que ella seguía pegada a mi pecho y solo levanto la mirada dedicándome otra sonrisa para luego murmurar:

-Lo logre, - y luego se despego de mi para dar saltitos parecidos a los que daba Alice cuando algo la emocionaba- ¡Me aceptaron! – termino feliz.

-Me alegro mucho por ti Lee, te lo mereces – dije realmente feliz por ella.

-No lo hubiera logrado sin tu ayuda, muchas gracias Edward – dijo volviéndome a abrazar para luego levantar su rostro y sin previo aviso juntar sus labios con los míos.

-Leah, - dije completamente serio y tomándola por los brazos para separarla sutilmente. Ella abrió los ojos y me miro para luego disculparse.

-Lo siento – dijo apenas audible,- perdóname Edward, yo… yo mejor me voy – dijo dándose la vuelta para dirigirse hacia la puerta.

-Leah – la llame pero ella no volteo solo se paro tomando el pomo de la puerta – Te quiero, pero no de la manera que tu quieres que lo haga y lo sabes…

-Si, solo… olvídalo, me voy, gracias por todo Edward. Nos vemos luego – y se fue. No la detuve ya que no quería confundirla más.

Leah ahora era una de mis amigas aquí, después de que nos conocimos en el club aquella primera y última vez que acompañe a Mark y Andrew no la volví a ver hasta después de un par de meses que me la tope en el supermercado.

Estaba con cero víveres en mi alacena y siendo domingo decidí hacer una  visita al supermercado. No sabía cocinar así que siempre compraba comida congelada que con solo ponerla en el microondas voila,  tenia comida comestible.

Estaba en el departamento de congelados, cuando escuche de nuevo esa voz.

-Alguien no sabe cocinar – dijo burlona.

-Hola Leah- dije simplemente y con una sonrisa amable.

-Hola Edward, recuerdas mi nombre eh – dijo guiñándome un ojo de manera juguetona y luego se me acerco bastante y me quede pasmado – tranquilo, no te voy a violar solo quería tomar unas papas a la francesa – dijo sonriendo divertida y mostrándome el paquete de papas a la francesa congeladas que había tomado.

-¿Cómo has estado Leah? – pregunte amablemente.

-No me quejo, odio trabajar en ese club pero – suspiro – cuando sales de tu casa a una edad muy corta y estas en un país en el que no conoces a nadie tienes que echarle ganas para salir adelante. ¿Cómo estas tu Edward? –dijo simplemente como si hablara del clima y estuviera acostumbrada a las fuertes nevadas.

-Bien, gracias – dije simplemente y ella sonrió.

-Sí, se te nota, tus ojos dicen que estas bien por fuera solamente, no me meteré en tus asuntos, solo espero que lo que sea que atormenta tu mirada pase pronto. – Me dejo completamente pasmado, como siempre que me la encontraba, Leah era buena leyendo a las personas – Te dejo que hagas tus compras Edward, nos vemos – se despidió con un gesto de la mano pero antes de que se fuera la llame.

-Leah, espera, tal vez podríamos hacer las compras juntos – dije para después arrepentirme, no quería que ella pensara que yo buscaba tener algo romántico con ella o peor, que pensara que solo quería tener una noche de sexo y ya. Estaba a punto de arrepentirme cuando me contesto.

-Claro, tal vez te doy recetas de cocina y así no mueres de hambre con comida congelada y… no te preocupes esto es con cero compromisos – dijo soltando un carcajada y comenzando a empujar su carrito. La seguí.

Estuvimos platicando de cosas sin importancia y al último Leah se ofreció a ayudarme con la comida de la casa, al principio me dijo que lo haría sin que yo le pagara pero cuando me conto de su sueño de estudiar psicología pero que con el dinero que le pagaban en el club no le ayudaba mucho decidí “contratarla” como mi chef personal. Tuve que insistir muchísimo para que aceptara y al final dijo que solo lo haría si antes le permitía darme una prueba de su comida y sin costo y si me gustaba aceptaba.

Desde ese día Leah se había vuelto una especie de amiga, además de alimentarme hablábamos de todo, pero lo raro entre nosotros era que solo éramos Leah y Edward, sin apellidos. Me conto que ella también había estado enamorada pero que su amor era imposible y yo le conté de Bella, claro que nunca me dijo el nombre de su amor y yo tampoco del mío, teníamos una amistad rara pero muy cómoda. Tres meses después de haberla conocido me confesó que sentía algo por mi pero que comprendía que no le podía corresponder aunque de vez en cuando sus sentimientos “salían” como hoy. Pero después ella regresaba como si nada.

Me sentía algo triste porque su momento de felicidad por haber entrado a la universidad se arruinara por el momento incomodo que tuvimos pero estaba seguro que cuando ella se sintiera cómoda de nuevo volvería. Además Leah tenía llaves de la casa así que podía volver cuando quisiera. Confiaba plenamente en ella. La veía como una hermana o como si fuera Alice, mi prima. Quería protegerla y me caía muy bien. Pero nada se comparaba con el instinto de protección que sentía hacia con Bella, con ella era diferente porque la amaba.

No la había olvidado, pero había aprendido a pensar en ella solamente cuando estaba solo y dedicarle esos momentos viendo su fotografía y hablándole de mi día ya fuera pesado o relajado. Quien me viera diría que era un completo loco mas no me importaba, hablar con su foto, me hacía pensar que ella me escuchaba o al menos me sentía cerca de ella.

Solo quedaba esperar que siguieran pasando los días, meses, años e incluso las horas y minutos para poder ver de nuevo su hermoso rostro y así, poder abrazarla, besarla y hacerla mía…

Continuara…

Hola chicas, una disculpa por no actualizar la semana pasada pero me fue imposible (: Espero les haya gustado el capitulo. Por favor les ruego un comentario :DDDDD aunque sea solo un "Me Gusta" ¿sí?
Nos vemos la próxima semana.
Besos, Lucy (: 

martes, 19 de julio de 2011

Capitulo 5: Familia

Nuevo cap (: Espero les guste. 


Capitulo 5: Familia

BPOV

-¡Bella!,- escuche una voz masculina llamarme en cuanto aparcamos delante de la gran residencia que pertenecía los Clearwater. Cuando voltee solo me vi envuelta en unos enormes brazos también masculinos y que me hacían girar provocando unas tremendas ganas de vomitar.

-¡No Seth!,- escuche a mamá reprenderlo,- baja ahora mismo a Bella, que no ves que esta apunto de vomitarte encima. - Dichas estas palabras Seth me dejo en mis propios pies y mi padre se apresuro a tomarme en brazos delicadamente.

-¿Estás bien, Bells?,- pregunto con cara de preocupación, y yo solo asentí ya que era incapaz de hablar.

-Lo siento Bells, no sabía que te sentirías mal, antes lo hacía diario pensé que ya estarías acostumbrada,- explico Seth atropelladamente, pero yo no lo veía, ni siquiera era capaz de escucharlo, solo sentí como de pronto todo se volvió negro…

Desperté totalmente desorientada, esta no era mi recamara.

-Ya está reaccionando,- escuche murmurar a alguien,- Lo siento Belly, no sabía, de verdad perdóname, no quería que esto te pasara,- decía alguien realmente arrepentido pidiéndome perdón; y entonces recordé el donde estaba y quien era esa voz que me hablaba. Abrí los ojos y me encontré con toda la familia Swan y Clearwater mirándome como si fuera la mejor atracción del circo.

-Déjala respirar Seth,- escuche decir a alguien.

-¿Mamá?,- pregunte,- ¿Qué me paso?

-Lo sien…,- iba a decir de nuevo Seth que me miraba arrepentido pero alguien más lo callo.

-Te desmayaste, cielo,-dijo mamá acariciando mi frente.

Entonces recordé; Seth gritando mi nombre, Seth dándome vueltas, papá preguntando por mi estado y después… negro. Voltee hacia mi primo que tenía una cara de arrepentimiento y se veía triste.

-Seth,- lo llame a lo que el volteo hacia mí,- Te extrañe,- dije dándole mi mejor sonrisa, el me la devolvió gustoso y muy cuidadosamente beso mi frente.

-Yo también pequeña, muchísimo,- dijo él,- me tienes que contar muchas cosas Belly,- dijo dándome una mirada de advertencia y yo ya sabía que preguntaría por mi estado ya que de seguro mamá ya les había contado que estaba embarazada.

-Te contestare todo lo que quieras, pero solo si me alimentas,- es que la verdad tenía mucha hambre a pesar de que todo el camino me la pase comiendo galletas saladas.

Todos rieron y pasamos al comedor ya que la tía Sue había preparado una cena especial por nuestra llegada.

-Y, ¿nos vas a dar la noticia Bella, o tendremos que escucharla nuevamente de Renee?- pregunto la tía Sue con una enorme sonrisa.

-Bueno, pues si ya lo dijo Renee no veo el porqué tenga que decir de nuevo que estoy embarazada, tengo dos meses  de embarazo y estoy completamente feliz,- dije sintiéndome una mamá orgullosa de mi bebé, a pesar de que entraba en los índices de mamás adolescentes a mi no me importaba, mi bebé sería amado no solo por mi y por Edward, también por sus tíos y abuelos de eso estaba segura.

Seth que era el más cercano a mí me dio un cálido abrazo y me dio un gran beso a modo de felicitación, después le siguieron el tío Harry y la tía Sue que al igual que mi madre trataba de contener las lágrimas… y se supone que la de las hormonas alborotadas era yo, pensé con sarcasmo.

Después de todas esas felicitaciones me dejaron comer por fin mi deliciosa lasaña que mi tía Sue había preparado para mí porque sabía que la amaba. Después de que todos terminamos cada uno se fue a sus actividades, mamá y tía Sue fueron supongo a organizar  la fiesta de aniversario y papá y tío Harry a ver una partido de futbol. Yo en cambio me fui al jardín junto con Seth, ya que le había prometido platicarle muuuchas cosas.

-¿Y?,- pregunto Seth.

-¿Y, que?, - pregunte yo de vuelta.

-No te hagas Belly, quiero decir, sé muy bien como quedaste embarazada y no quiero detalles,- dijo haciendo una mueca a lo que yo solo reí,- pero cuando dejamos Forks no tenías novio y bueno conozco perfectamente a cada chico de ahí para saber que ninguno era de tu agrado.

-Bueno, pues mi novio y padre de mi pequeño llego a Forks al mes de que ustedes se fueron de ahí, el junto con su familia se mudaron de Alaska y bueno como yo estaba sola después de que tú te fuiste, comencé una amistad con su prima Alice Brandon y después de que me presentaran con todo el grupo, comencé a llevar bien con todos, Edward tiene un hermano llamado Emmet, Alice es su prima y es huérfana por lo que vive con los Cullen, los tres son muy amigos de Rosalie y Jasper Hale unos mellizos que son pareja de Emmet y Alice respectivamente.  Así que ya te imaginaras al ser los únicos solteros comenzamos a tratarnos y nació el amor,- termine soñadoramente, recordando aquellos tiempos.

-Wow Bella, de verdad te ves demasiado enamorada, pero… entonces ¿Por qué no está aquí contigo?, no hablas de él con rencor lo que indica que no están separados…- termino dudoso.

-El no lo sabe Seth, el se fue hace dos meses a estudiar medicina a Londres,- dije de manera triste recordando el porqué mi pequeño no tenía a sus dos padres.- pero lo sabrá, cuando regresemos de este viaje, iré a Londres y me quedare a vivir con él,- dije con completa seguridad.

-Esta muy segura de su amor y eso es bueno pequeña, me alegro mucho de que estés tan feliz Bells, tenía mucho que no veía una enorme sonrisa como la que tienes ahora, además de ese precioso brillo en tus ojos,- dijo Seth acariciando mi mejilla. El era como un hermano mayor para mí lo amaba muchísimo.

-Eso es porque estuvimos separados mucho tiempo y por eso no has visto mis sonrisas,- dije bromeando,- ¿Y tu Seth Clearwater, alguna conquista que haya caído ante tus encantos?- pregunte.

-Uff, sabía que no lo dejarías pasar,- dijo a modo de resignación.- Se llama Kate es de la facultad y… es 3 años mayor que yo,- dijo dejándome completamente descolocada.

-¿Hablas enserio?,- pregunte sorprendida.

-Muy enserio Bella, la conocí cuando recién entre a la facultad, ella estudia también negocios como yo, y va mucho a la biblioteca, lugar en el que la vi por primera vez.- dijo soñadoramente.

-Cuéntame todo, quiero detalles,- dije impaciente y sentándome en una de las bancas que había en el jardín de la casa recostando mi cabeza en el pecho de Seth que había tomado lugar a un lado mío.

-Eres muy curiosa pequeña,- dijo en broma.- Yo trabajo como auxiliar en la biblioteca ya que como sabes papá no paga mis estudios porque no le parece que este estudiando la carrera correcta,- dijo rodando los ojos y con pesar. Me sentí mal por él, que en cambio de mi, si se había revelado y lucho por su sueño, yo hubiera querido estudiar literatura pero papá tenía otros planes para mi,-  me deja vivir en casa y me alimenta, o al menos aun no me corre,- dijo riendo- bueno como decía, ella siempre  va a la biblioteca ya que no cuenta con dinero para comprar los libros necesarios, es muy estudiosa siempre se queda hasta tarde estudiando en el campus.

“Un día me había tenido que quedar hasta tarde y cerrar yo ya que la encargada se enfermo y no asistió al trabajo, yo ya iba saliendo del campus cuando la vi, estaba a unos metros de mi con un hombre el cual la aventaba y ella parecía llorar, sentí horrible Bells, ver como la trataba ese sinvergüenza me quemaba por dentro, me fui acercando cuando vi como la aventaba nuevamente y ella caía el piso, el tipo lo único que hizo fue subirse a su coche y largarse dejándola ahí, tirada. Cuando me acerque pude ver que estaba sangrando del labio por lo que imagine que la había golpeado con anterioridad, la ayude y la lleve a su casa, aunque era un poco terca,- rio tal vez recordando el momento,- me tomo cerca de 15 minutos convencerla de que dejara ayudarla, creo que tu y ella se llevaría bien,- dijo viendo y yo solo hice el maduro acto de sacarle la lengua,- la deja en su casa y al siguiente día me la encontré de nuevo en la biblioteca le pregunte como estaba pero ella solo me dijo un seco bien y siguió en su tarea de buscar libros como si nada, así pasaron varias semanas hasta que de nuevo volví a ver la misma escena en la cual la conocí “formalmente” por decirlo de alguna forma.

-¿Quieres decir que el tipo la golpeaba de nuevo?,- lo interrumpí preguntando.

-Así es Bells, pero esta vez no espere a que la dejara  tirada como la ultima vez, llegue ahí y le di un par de golpes, ese tipo tenía una cara extremadamente dura mi mano dolió por semanas,- dijo soltando una carcajada.- mas no me importo, lo que más feliz me hizo fue cuando ella se aferro a mí y desde ese momento supe que la quería Bells, que ella era muy importante para mí, y que la tenía que proteger.

Estaba absorta con la historia de Seth, era maravilloso como dos personas están destinadas a estar juntos así muchos obstáculos se interpongan entre ellos, como con Seth, la edad y el novio de ella.

-Así que desde ese día estamos juntos, me dijo que ella también me había visto en la biblioteca cuando iba, pero no se había acercado ya que su novio era muy celoso y no quería causarme problemas, me dijo que siempre era agresivo pero que desde que ella le comenzó a hablar sobre estar separados fue cuando empeoro y la comenzó a golpear.

-¿Y dónde está el tipo ahora?,- pregunte.

- En la cárcel, la convencí de denunciarlo, no iba a permitir que tomara represalias en contra de ella cuando se enterara de que estábamos juntos. De hecho hemos comenzado a platicar sobre vivir juntos,- termino contándome algo sonrojado. Yo solo pude tirarme sobre él y abrazarlo dándole un beso en la mejilla.

-Felicidades Seth, eres una gran persona y te mereces lo mejor, amm ¿tus padres lo saben?, quiero decir conociendo al tío Harry…

-Si, si lo saben, mamá está encantada con ella y Harry, bueno el solo se limita a ser cordial, ya sabes que siempre quiso que tuviera relación con Claire, la hija de su amigo Andrew, no es que la chica me desagrade pero simplemente me enamore Bella.

-Me alegro por ti Seth, de verdad que es genial y no te preocupes por el tío Harry, tarde o temprano entenderá,- dije recargándome de nuevo en su pecho,- No he visto a Leah... - dije recordando que desde que llegamos ella no se había aparecido.

-Leah no vive aquí desde hace años Bells, después de un año de vivir aquí se fue a Inglaterra, no sé dónde demonios esta, papá está muy enojado con ella porque no nos ha dicho que hace allá, según ella está trabajando y vive muy bien pero aun así, no creo que sea muy difícil decirnos en que trabaja o el porqué abandono la carrera de medicina aquí,  no sabemos si aun estudia o no, me molesta Bells, mamá se preocupa mucho por ella y ella solo es una malagradecida que no valora nada,- dijo molesto y la verdad es que Seth era una persona muy pacifica y para que hablara con tanto rencor de seguro que Leah no se había portado del todo bien.

-Pero Leah estaba más que feliz de mudarse lejos de Forks, creí que con venir a vivir aquí le bastaría.

-Le basto pero Leah es rara, se molesto sin razón cuando se entero que viviríamos cerca de nuestra familia los Black, no los conoces,- dijo al ver mi cara de confusión- ellos viven aquí desde siempre y solo nos visitábamos en fechas especiales, de hecho Leah añoraba visitarlos cuando pequeña así que no entiendo su actitud. Ellos nunca llegaron a ir a Forks, a la tía Rebeca no le gusta el clima de ahí, ella es hermana de papá y está casada con el tío Billy tienen tres hijos, dos mujeres y un hombre, espero que vengan al aniversario.- dijo cambiando su humos por uno mucho mas emocionado que cuando hablaba de Leah-  sería fantástico que conocieras a las gemelas, dudo que mi primo Jake venga, siempre metido en el trabajo- sinceramente no entendía de lo que hablaba pero lo hacía con tal cariño hacia sus primos que me dio un poquito de envidia al darme cuenta de que no era la única.

-Creo que tengo competencia por el cariño de mi primo favorito.

-Para nada Bells, a ellos los quiero mucho pero la verdad es que nunca los veo, son geniales pero es muy difícil coincidir en algún evento por sus ocupaciones, mas con Jake que es con quien me llevo mejor, es más grande que yo, el está estudiando psicología está por terminar la carrera,- me confió para que entendiera un poco más de su otra familia.- Las gemelas, Rachel está casada ya, tienen mi edad y Rebeca igual que Jake está estudiando medicina pero ella se especializara en pediatría, y… creo que es hora de que entremos Bella, es media noche y aun seguimos hablando aquí como si fuera la hora del té,- dijo cortando de repente su plática sobre sus primos Black y fue ahí cuando caí en la cuenta de que de verdad me tenía muy emocionada con todo lo que me contaba como cuando era pequeña y me contaba miles de historias de hombres lobo y vampiros que contaban sus amigos.

-No me había dado cuenta del tiempo, pero ahora que lo mencionas estoy comenzando sentir mis parpados pesados, además que debo descansar por mi estado,- dije acariciando a mi bebé, acto que le llamo la atención a Seth ya que volteo hacia donde tenía mi mano.

-¿Puedo…puedo tocarlo Bella?- pregunto con algo de nervios.

-Claro que si,- le di mi mayor sonrisa para darle confianza,- aun no se mueve, solo se siente un pequeño bultito duro,- dije tomando su mano y colocándola donde estaba la mía con anterioridad.

-Hola bebé, yo soy el tío Seth y cuando nazcas te voy a consentir muchísimo, tanto que tu madre querrá mantenerte alejado de mi,- dijo con tanta ternura que mis ojos se llenaron de lagrimas,- Bella- me llamo Seth por lo que puse mi vista nublada por las lagrimas en el – Te quiero muchísimo pequeña y tú y tu hijo siempre van a tener mi apoyo si es que ese hombre que aun no sabe de sus existencia no quiere hacerse cargo.- dijo con su voz de hermano sobreprotector.

-No te preocupes Seth, confió en el amor que Edward me tiene – dije completamente segura- ahora vamos adentro que muero de sueño.
Seth y yo entramos a la casa y nos sorprendimos de ver a tía Sue y a mamá aun viendo cosas del aniversario, estas mujeres nunca se cansaban. Seth me acompaño a la habitación donde me dio un beso en la mejilla deseándonos buenas noches a mi pequeño y a mí y se retiro a su habitación.

Me daba una alegría inmensa saber que podía contar con toda la familia y que mi bebé iba a ser muy amado cuando naciera. Acaricie mi vientre suavemente como lo hacía casi a diario desde que me había enterado que mi bebé vivía en mi interior.

-Ya falta poco pequeño, solo unos días más y estaremos con papá,- le dije a mi bebé y aun acariciándolo me quede dormida.

.
.
.

Me desperté cuando la luz del sol comenzaba a filtrase entre las cortinas de la ventana de mi habitación. Como ya era costumbre comencé a sentir como algo comenzada a subir por mi garganta queriendo ser expulsado y de inmediato corrí hacia el baño para expulsar todo lo que había comido anoche.

-Buenos días mi amor,- le dije a mi bebé que con las nauseas era su forma de saludarme por la mañana.

Me quede un rato recostada en la pared del baño y cuando recupere mis fuerzas me levante para darme una ducha, ya que de seguro mamá no tardaba en subir por mí para ir a desayunar.

Cuando baje me lleve la gran sorpresa de que nadie se levantaba aun así que fui a pasear por el jardín. Me imaginaba a mi misma en mi propia casa, en mi jardín propio persiguiendo a un travieso niño de cabellos cobrizos y ojos esmeralda, pálido y hermoso como su padre… Mi mente fui directamente hacia Edward, hacía dos meses que no lo veía, pero aun lo recordaba como si hubiera dejarlo de ver ayer, recordaba sus preciosas gemas mirarme con adoración y amor, cuando me hacía el amor sus ojos se oscurecían diciéndome con su mirada que me deseaba, sus hermosas sonrisas torcidas, esas que solo me dirigía a mí. Suspire, lo amaba demasiado y sabia que el también me amaba a mí, esperaba con ansia el día para volver a verlo y darle la notica de que seriamos padres…


-Bella, ¿Qué haces despierta tan temprano?- escuche a mi madre preguntarme.

-Mi precioso niño no me dejo dormir mas,- mi madre me miro confundida- nauseas, fue todo lo que dije y su cara se transformo a una expresión de comprensión.

-Oh mi pequeña, irán disminuyendo con el tiempo, espero que cuando estés con Edward el sepa cuidarte bien.

-Lo hará mamá, ahora ¿podemos ir a desayunar ya?,- esperaba que todos estuvieran en el comedor, porque mi pequeño se moría de hambre.

-Aun no bajan los demás, pero no te preocupes, sé que no les molestara que nos adelantemos ya que el pequeño de la casa tiene mucha hambre,- dijo dándome una sonrisa.

Cuando nos estaban sirviendo el desayuno a mamá y a mí, bajaron todos los demás. Claro no podían faltar las bromas para la pobre embarazada que se moría de hambre y no pudo esperar al resto.

Ese fin de semana fue maravilloso, estar con mi familia, sentirme querida y que también adoraran a mi pequeño fue hermoso.

Hoy era el gran día del aniversario de mis tíos. Me levante muy temprano ya que mamá había dicho que iríamos a un spa, tenía mucho que no iba a uno. Alice y Rosalie siempre querían llevarme pero desde que estaba con Edward prefería pasar más tiempo con el que pasar tiempo de chicas. Al recordad a mis dos amigas me dieron ganas de llorar de nuevo como lo estaba haciendo hace algún tiempo debido a la hormonas. Las extrañaba muchísimo y me dolía el haber sido tan tonta para no querer despedirme de ellas. Me prometí que a ellas también las llamaría dándoles la noticia de mi embarazo cuando se lo dijera a Edward.

Mi madre, la tía Sue y yo salimos desde temprano a Carmel a un lugar llamado Kush Day Spa, en donde según la tía Sue tenían a las mejores manos para aplicarte un delicioso masaje relajante. A mí me aplicaron un masaje especial prenatal por mi embarazo y que la verdad me dejo maravillada.

Así mismo entre manicura, pedicura, un sinfín de faciales que según mi madre y Sue necesitaban para seguirse viendo hermosas para sus esposos fue como nos tomamos prácticamente toda la tarde para después regresar a casa y vestirnos con los vestidos que habíamos comprado para la ocasión.

Cuando la tía Sue estaciono el coche en la entrada de su casa nos dimos cuenta de que había más carros que no reconocía y que no estaban ahí cuando salimos esta mañana. Mi tía por su parte parece ser que reconoció quienes eran los propietarios de estos ya que bajo corriendo del coche gritando que había llegado.

Mamá y yo nos miramos confundidas pero no dijimos nada, salimos del coche y nos dirigimos dentro de la casa donde ya había una fiesta de bienvenidas y abrazos.

-Belly, que bueno que llegaste- me dijo un entusiasmad Seth abrazando de la cintura- Ven, te quiero presentar a mi otra familiar, ¿recuerdas que te hable de ellos?- me pregunto a lo que yo asentí.

-Hey Seth, tu sí que no pierdes el tiempo he- le dijo un joven moreno, alto y muy musculoso a mi primo- Es un placer conocer a la preciosa novia de Seth, ya creía yo que era gay- dijo soltando una estruendosa risa y yo solo lo mire confundida.

-No es mi novia Jacob, es mi prima ¿recuerdas a Bella?- el chico musculoso me miro por un momento para después dar paso a una sonrisa coqueta.

-Por supuesto, tu primita Belly, déjame decirte que eres aun más hermosa de lo que el cabeza hueca de Seth puede describirte- dijo coquetamente y la verdad es que comenzaba a enfadarme, pero dejaría que siguiera con su jueguito estoy segura que cuando se enterara que llevaba un pequeño en mi vientre le daría más vergüenza a el por tratar de ligar con una mujer embarazada.- Soy Jacob y por supuesto es un placer conocerte.- dijo tomando mi mano y llevándola a sus labios donde dejo un suave beso.

-Bella Swan- dije solamente retirando mi mano. El continúo con esa sonrisa estúpida en su cara por lo que hice mi retirada ya que no quería decirle un par de cosas nada agradables. – Me retiro tengo que arreglarme para la fiesta, permiso.- fue todo lo que dije y me marche no sin antes escuchar que le decía a Seth.

-Demonios Seth, porque no la habías presentado, es hermosa. – Bufe, de seguro que era de los que piensan que con unas palabras lindas tienen cualquier mujer en su cama.

Enojada y dando pasos fuertes me fui a mi habitación, y cuando estuve en ella pensé que tal vez había sido mal educada ya que creo que había más gente que quería conocerme y yo no había actuado muy bien, pero era por la culpa del engreído ese de Jacob.

Me di una ducha rápida y comencé a maquillarme y arreglar mi cabello. Mamá entro justo a tiempo para ayudarme a colocarme mi vestido que era de un bonito color rosa pálido y que tenia forma de corazón en los senos, era completamente suelto ya que aunque aun mi bebé estaba pequeñito si me ponía un vestido pegado se notaria mi pequeña barriguita, y no es que me diera pena mostrarla sino que el vestido ya no luciría tan bien, además que no quería que mi bebé estuviera apretado en esa prenda.

-Te ves preciosa Bells- dijo mamá – tus tíos quieren que conozcas a su familia, te los iban a presentar cuando llegamos pero de repente ya no te vi, supuse que venias cansada de tanto ajetreo del día de hoy, así que te disculpe con ellos.

-Gracias mamá, cuando baje yo también lo hare,- dije dándole mi mejor sonrisa ya que aun estaba molesta con ese chico por ser tan atrevido.

Al llegar al final de las escaleras estaba mi padre elegantemente vestido y esperando por nosotras.

-Wow, seré el hombre más envidiado esta noche teniendo por acompañantes a estas hermosas mujeres.- dijo papá como siempre de adulador.

-Y nosotros las más afortunadas de tener semejante acompañante durante toda la noche – dijo mamá que se acerco para plantar un pequeño beso en la comisura de sus labios. Voltee mi cara para no interrumpir su intimo momento, amaba esto de mis padres, siempre demostrándose el gran amor que se tenían.

Después de su momento de amor, papá nos ofreció un brazo a cada una que tomamos gustosas. Caminamos dirigiéndonos hacia el jardín que era donde se llevaría a cabo la velada. En cuanto salimos al jardín pude ver entre la multitud de invitados a Jacob que me miraba con esa sonrisa estúpida en el rostro que esta noche me encargaría de quitar.

-Belly, que hermosa te ves sobrina, y mas con ese pequeño dentro de ti, que te da una luz y un brillo especial en tus ojos que hace que luzcas más hermosa de lo que ya lo eres. – Dijo mi tía – Ven quiero que conozcas a la familia de tu tío Harry – solo me resigne.

Me llevo hasta la mesa que es la que ocupaba la familia de Jacob.

-Familia, les presento a mi preciosa sobrina Bella, es hija de mi hermano Charlie – dijo la tía Sue. Todos fueron muy amables. Conocí a las gemelas Rebeca y Rachel, que resultaron ser unas muy buenas personas y me recordaron mucho a Rose y a Alice. Sus padres Billy y Rebeca Black eran unas personas muy educadas e igual de amables, el único al que no soportaba y que por supuesto aprovecho la oportunidad para besar mi mejilla de nuevo haciéndose el que no me conocía fue Jacob.

Después de la presentación Seth me llamo para que conociera a la gran afortunada que le había robado el corazón.

-Bella, te presento a Kate la dueña de mi corazón y cielo, ella es Bella mi hermosa prima de la que tanto te he hablado- nos presento mi primo.

-Aww, Bella es un placer conocerte, Seth me ha hablado mucho de ti, y también me conto que estas embarazada, espero que no te moleste – dijo un poco avergonzada. Pero la verdad es que a mí no me molestaba que todos supieran que llevaba dentro de mí a una persona que sin conocerla ya amaba.

-¿Estas embarazada? – escuche que preguntaba una voz que para nada me agradaba, pero que me daba mucho gusto que lo supiera, así que voltee con mi mejor sonrisa que le podía dedicar y le conteste.

-Si, lo estoy – fue lo único que dije. – Si me disculpan, tengo que ir donde mamá – y salí de ahí.

Toda la velada la pase como si fuera una niña pequeña, pegada a las faldas de mi madre, pero la verdad es que ese tal Jacob me incomodaba y mucho, además que estaba segura que quería que le explicara lo de mi embarazo, a pesar de que apenas y lo conocía y no tenía absolutamente nada que explicarle.

-Voy al baño mamá – le dije a mi madre, me encamine hacia ahí. Esto del embarazo te daba unas ganas tremendas de hacer del baño. Salí y me dirigí de nuevo hacia nuestra mesa cuando alguien me tomo del brazo para detener mi andar. Voltee hacia la persona que me impedía el paso y ahí estaba el, Jacob Black.

-¿Qué quieres? – su familia había sido muy amable y yo no me estaba comportando de tal manera pero la verdad es que Jacob me sacaba de mis casillas y en este punto no tenia paciencia para ser amable.

-Solo saber porque no me dijiste que estabas embarazada - ¡¿Qué, Hablaba enserio?! ¡Por Dios! Nunca había conocido a un hombre tan cínico como él.

-Lo siento Black, pero no tengo por qué darte explicaciones de mi vida. Nos conocemos hace un par de horas, así que ni siquiera somos amigos. Así que hazme el gran favor de desaparecer de mi vista y dejarme tranquila – y diciendo esto retome mi camino donde llegue a mi mesa y me disculpe con todos los presentes para irme a dormir. Además de ser un síntoma del embarazo no quería seguirle viendo la cara a Black.

Esa noche estaba muy cansada pero demasiado relajada gracias a los deliciosos masajes que me habían dado en el spa por lo que inmediatamente me quede dormida.
.
.
.
Al día siguiente me desperté con ganas de ir a la playa así que me puse mi bikini y salí a la playa después de desayunar, antes que todos, como siempre y de dejarle dicho que saldría a mamá con la muchacha de la limpieza.
Me sentía algo cohibida ya que mi cuerpo no era el mismo que hace dos meses, empezaba a notar como mi vientre se abultaba, pero como ya había dicho eso no me avergonzaba y lo portaría con mucho orgullo hasta la hora de conocer en persona a mi bebé.

Era muy temprano aun cuando llegue a la playa, así que no había tanta gente. Camine un rato por la arena y deje mi mente vagar en el amor de mi vida. Edward… estaba contando los días para poder tomar ese vuelo a Londres y por fin estar junto a él.

Todas las noches le hablaba a mi pequeño de cómo era su papá, de lo hermoso y guapo que siempre había sido, pero también le contaba sobre la caballeroso, amoroso, amable y del gran corazón que tenía.

Estuve un rato sentada en una toalla que había traído de la casa para poder tomar un poco el sol. Cuando me dio hambre me levante y regrese a la casa donde obviamente todos ya estaban despiertos y mi madre esperándome histérica por salir sin avisarle personalmente.

En toda la tarde no me tope con Jacob y lo agradecí bastante, me la pase con Seth y su novia que llego para comer con nosotros y la verdad es que quede encantada con ella, era una gran persona y además amaba a Seth, lo veía en sus ojos.

Por la noche después de la cena salí al jardín a tomar un poco de aire y me senté en una de las bancas con mi libro a leer. Estaba tan absorta en la lectura que no escuche cuando alguien se acerco.

-Hola Bella, ¿Puedo sentarme? – pregunto Jacob que estaba parado frente a mí con una sonrisa torcida, nada parecida a las de Edward, pero por lo menos no era ni coqueta ni burlona y eso me extraño.

-Claro, yo ya me iba –le dije poniéndome de pie y haciendo mi retirada.

-No Bella, espera – me dijo y me tomo del brazo.- Perdóname, sé que no me he portado bien contigo estos días, pensé que te conquistaría como a todas, pero ya me di cuenta de que tu eres muy diferente y más ahora sabiendo que estas embarazada, de verdad Bella, perdón no quise comportarme como un idiota contigo, déjame demostrarte en estos días que nos quedan para convivir quien soy en verdad.

Estaba realmente sorprendida por todo lo que me había dicho, estaba claro que se había comportado como un idiota, pero un idiota también tiene derecho al perdón ¿no?

-Está bien, trataremos de llevárnosla cordialmente y también estas perdonado, pero un solo comentario más Jacob Black y te juro que nuestro trato termina ¿estamos?- lo amenace totalmente seria.

-Gracias Bella, te prometo que no me volveré a portar como lo hice. ¿Amigos? – pregunto extendiendo su mano hacia mí.

-De acuerdo – acepte tomando su mano.

Nos volvimos a sentar en la banca y platicamos un buen rato, la verdad es que Jacob no era tan idiota como parecía. Estaba estudiando Psicología y era muy entregado a su carrera. También como siempre llego la pregunta del millón: El padre de mi bebé. Jacob me inspiraba confianza así que le conto el porqué de que no estaba conmigo.

Estábamos tan absortos platicando que no nos dimos cuenta que ya era demasiado tarde y que tenía que descansar. Jacob me acompaño a la puerta de mi habitación y me deseo buenas noches.

Después de ese día me la pase junto con Seth, Kate y Jacob, quien resulto ser realmente agradable al saber que yo no estaba disponible. Algunas veces salíamos a la playa, con Kate de compras, nos encantaba comprar ropita para el bebé y para mí también ya que dentro de unos meses la que tenía ya no me quedaría.

Hoy era el último día que estábamos ahí en un rato mas tendríamos que ir al aeropuerto para tomar nuestro vuelo.

-Cuídate mucho Bells y cuida a mi sobrino y dile que su tío Seth lo ira a visitar en cuanto nazca y le llevara mucho regalos –me dijo Seth acariciando mi pequeño bultito.

-Bella, te voy a extrañar, - decía Kate casi con lágrimas en los ojos – Cuídate mucho Bella y como dice Seth cuida mucho de este pequeño o pequeña. Llámanos en cuanto nazca – me dijo abrazándome.

-Bella – escuche que me llamaba Jacob, a quien había conocido en estos días y era un persona que realmente valía tener como amigo – ya todos te dijeron que te cuides pero no está de más que yo también te lo diga, así que cuídate y cuídalo, no olvides que cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme. Te quiero Bella – eso ultimo me hizo derramar un par de lagrimas Jake era realmente lindo y se había preocupado muchísimo por mí, en estos días nuestra amistad creció mucho y ya hasta lo veía como un hermano.

- Yo también los quiero muchísimo, gracias por todo. Prometo llamarlos en cuanto nazca mi bebé y ustedes tienen que visitarme eh – les dije seriamente y después abrace a los tres. Nos despedimos de mis tíos y de los Black.

Mi tío Harry se ofreció a llevarnos al aeropuerto y aceptamos gustosos. Al salir de la casa de mis tíos sentí un gran vacío, pero sabía que solo era cuestión de horas para que estuviera al lado del padre de mi hijo y de la persona que yo amaba con toda mi alma, así que por una parte me alegre.

“Ya falta poco para estar con tu papi, mi vida”- pensé acariciando mi vientre.









Antes que nada siento la tardanza de la actualización, pero de verdad me fue imposible hacerlo antes, espero me disculpen :D
Chicas, rogare por un comentario. ¡Por favor! ¿Si? :DD, solo uno.
Besitos, Lucy (: 
(Isa ya te agregue en FB (:, espero sepas quien soy, sino te mando un inbox va? xD)